Luego del golpe contra Bayern Múnich, Boca Juniors cambió el chip y se enfocó en el duelo decisivo frente a Auckland City, que marcará su destino en el Mundial de Clubes. A menos de un día de la caída por 2-1 ante los alemanes, el plantel se entrenó en las instalaciones de la Universidad de Barry, con una presencia destacada: Edinson Cavani.
El delantero uruguayo todavía no ha tenido acción en el certamen y su regreso al once inicial parece improbable. Sin embargo, en la práctica del sábado dejó atrás parte de sus molestias y volvió a tener contacto con la pelota. Participó en fútbol reducido, trabajos tácticos y mostró signos de evolución física. De seguir así, tendría chances de volver a estar disponible.
Distinto a lo ocurrido en los compromisos anteriores frente a Benfica y Bayern, esta vez hay optimismo dentro del cuerpo técnico respecto a que Cavani pueda integrar el banco de suplentes y sume minutos ante el equipo de Oceanía.
La nota negativa del entrenamiento la dio Ayrton Costa, quien arrastraba molestias antes de enfrentar a los bávaros. Pese a eso, fue titular y completó los 90 minutos mostrando carácter. No obstante, terminó el partido visiblemente afectado y, aunque todavía no se le realizaron estudios médicos, desde Boca ya anticipan que no llegará al próximo encuentro.
Otra ausencia llamativa fue la de Marcos Rojo, quien no se presentó en el entrenamiento tras la derrota con Bayern. En el club optaron por el silencio y no dieron precisiones sobre los motivos, pero lo cierto es que el defensor cada vez está más relegado por Miguel Ángel Russo.
Qué necesita Boca para seguir con vida
La clasificación no depende solo de Boca. Si Bayern gana por 1-0 o 2-0, el equipo argentino deberá golear a Auckland por seis tantos. En caso de un triunfo alemán 2-1, el "Xeneize" necesitará marcar siete goles o vencer por seis, siempre y cuando convierta al menos siete veces. Las cuentas están claras, pero la pelota tendrá la última palabra.